En una reciente capacitación, nuestro orador invitado, un líder clínico regional de una importante empresa de atención a largo plazo y enfermería especializada, habló con elocuencia sobre lo que conecta a todos los miembros de un gran equipo de atención médica. Su discurso se centró en tres áreas: llamado, sufrimiento y compasión.
Ningún gran enfermero, cuidador, capellán o trabajador social se dedicó a la atención de personas con el objetivo de enriquecerse. Todos los grandes profesionales de la atención se dedicaron a la prestación de cuidados porque sentían, en lo más profundo de su corazón, que la prestación de cuidados era una vocación. Una vocación se define como “un fuerte impulso hacia una forma de vida o una carrera en particular; una vocación”. Pero ¿qué es ese “llamado” que nos llama a hacer?
El cuidado a menudo nos llama a apoyarnos en un amor que no creíamos posible.
Tía Walker
La segunda parte de la lección del orador giró en torno al reconocimiento del “sufrimiento”. En el mundo de la atención sanitaria y, especialmente, en el de la tercera edad, el sufrimiento es evidente. La pérdida de capacidades físicas conduce a sentimientos emocionales de pérdida de autonomía, ya que las personas ya no pueden hacer las cosas que aman con las personas que aman. Se trata de un verdadero sufrimiento tanto a nivel físico como emocional.
La última parte de la lección giró en torno a la compasión. La compasión se define como “simpatía y preocupación por el sufrimiento o las desgracias de los demás”. El orador dijo que deberíamos sentirnos “obligados por la compasión”. ¿No es un hermoso lugar desde el que partir, desde un lugar de compasión, de empatía y comprensión por el sufrimiento?
Así que, si juntamos todo esto, estamos obligados por la compasión a satisfacer las necesidades de los que sufren para cumplir con nuestro llamado. No podría imaginar una definición más apropiada de una hermosa enfermera o cuidadora, capellán o trabajadora social. Estas son personas que están verdaderamente “obligadas por la compasión” y por ellas estamos muy agradecidos, ya que hacen del mundo un lugar mucho mejor y más brillante.
Que todos estemos “obligados por la compasión a satisfacer las necesidades de los que sufren para cumplir nuestro llamado” hoy.