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Lazos generacionales y recuerdos compartidos
El 28 de octubre de 2024, Kindful celebró reuniones conmemorativas en todo el estado de Texas para dar un lugar y una voz a los familiares de quienes fallecieron entre junio de 2023 y junio de 2024. Y por primera vez, me encontré entre esas familias. Lo llamo el último gran regalo de mi padre, convertirme en cliente de mi propia empresa.
Durante más de 15 años, he tenido el gran placer de formar equipos de profesionales de alto nivel, pero nunca he estado en el lado receptor de sus cuidados. He visto docenas de reuniones conmemorativas, pero nunca he sido yo quien conmemora a mi padre. ¡Qué bendición es reunirnos y hablar de nuestros seres queridos que se han ido!
Los homenajes no tienen por qué ser elegantes ni demasiado elaborados, pero reunir a los miembros del equipo de atención con las familias a las que han atendido es catártico para todos los involucrados. A las familias les encanta ver a los asistentes y capellanes, trabajadores sociales y enfermeras que aliviaron la mente de nuestros seres queridos durante sus últimos meses, semanas y días. Y a los miembros del equipo de atención les encanta que les recuerden el amor y el apoyo que brindaron para sostener a una familia durante un momento difícil.
Y damos testimonio de las generaciones de la familia que se ven afectadas por la pérdida. No solo el cónyuge, sino también la hija y el nieto. Lidiar con todas las cosas que conlleva la muerte de una persona es un desafío, por lo que permitir el espacio y volver a reunirse para un funeral permite que las familias tengan tiempo de procesar la situación y, en lugar de lágrimas de tristeza, vengan lágrimas de alegría por todos los años que tuvimos el privilegio de compartir nuestras vidas con nuestros seres queridos. En mi caso, tenía 56 años cuando murió mi padre de 88 años. 56 años para absorber las muchas lecciones aprendidas a través de la vida y la búsqueda de uno mismo en el mundo. Otra invitada al funeral había estado casada con su esposo durante 52 años. 52 años de enfrentar los desafíos de la vida y compartir la alegría de la vida con una persona especial.
Así que, si alguna vez te invitan a una reunión conmemorativa, te animo a que dejes de lado tu ajetreada vida por un momento y digas que sí a asistir. Considéralo una oportunidad para que tu ser querido te toque una vez más. Te toque con su amor y su presencia. Porque no es necesario que alguien esté físicamente a tu lado para que sientas su presencia.
